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La historia de Estrella Galicia

Historia de Estrella Galicia

Detrás de cada sorbo de Estrella Galicia se esconde más de un siglo de pasión cervecera, tradición familiar y orgullo gallego. 

La historia de Estrella Galicia no es solo la historia de una cerveza, sino el relato de cómo un sueño nacido en 1906 se convirtió en un emblema de calidad que conquistó primero el corazón de Galicia, luego de España y ahora del mundo entero, manteniendo siempre su esencia y valores originales.

Origen y fundación de Estrella Galicia

La historia de Estrella Galicia comienza con un hombre visionario y emprendedor: José María Rivera Corral. Nacido en la pequeña aldea de Castelo (Culleredo), este gallego intrépido emigró a México a finales del siglo XIX buscando fortuna, como tantos otros compatriotas de la época. 

Durante su estancia en tierras mexicanas, José María aprendió el oficio cervecero trabajando en diversas fábricas locales, donde adquirió conocimientos que cambiarían para siempre su destino.

En 1906, con el anhelo de volver a su tierra natal y aplicar lo aprendido, José María regresó a Galicia con un sueño claro: fundar su propia fábrica de cerveza en A Coruña. 

Ese mismo año, estableció «La Estrella de Galicia», una pequeña fábrica de hielo y cerveza ubicada en la calle Galileo número 1, en el barrio coruñés de Cuatro Caminos. El nombre elegido no fue casualidad: representaba la luz que guiaba a los emigrantes gallegos de regreso a casa, un símbolo de identidad y pertenencia que perduraría a través de las generaciones.

Con apenas siete trabajadores y equipamiento básico, José María comenzó a elaborar su cerveza siguiendo métodos tradicionales y utilizando agua de manantial de excelente calidad procedente del Monte de San Pedro. Esta dedicación a la calidad desde el primer momento sentó las bases de lo que más tarde se convertiría en uno de los pilares fundamentales de la filosofía empresarial de Estrella Galicia.

Primeros años y evolución de la fábrica

Los inicios de la empresa Hijos de Rivera no fueron sencillos. Como toda aventura empresarial, estuvo marcada por desafíos y obstáculos que pusieron a prueba la determinación de su fundador. 

La primera fábrica de cerveza en A Coruña tuvo que enfrentarse a un mercado dominado por sidras y vinos, donde la cultura cervecera apenas existía. Sin embargo, la calidad del producto y la perseverancia de José María fueron ganando adeptos poco a poco.

1906-1914: Los desafiantes comienzos

Durante sus primeros años, la pequeña fábrica «La Estrella de Galicia» tuvo que luchar por encontrar su lugar en un mercado poco habituado al consumo de cerveza. 

Con apenas siete trabajadores y utilizando agua del manantial del Monte San Pedro, José María Rivera Corral trabajó incansablemente para introducir su producto y a pesar de las dificultades iniciales, la calidad de su cerveza comenzó a ser reconocida por los consumidores locales.

1914-1939: Supervivencia en tiempos de guerra

El siglo XX trajo consigo tiempos turbulentos que complicaron aún más el desarrollo de la empresa. 

La Primera Guerra Mundial (1914-1918) provocó escasez de materias primas y dificultades para importar maquinaria y tecnología, y posteriormente, la Guerra Civil Española (1936-1939) sumió al país en una profunda crisis económica y social.

Estos conflictos pusieron a prueba la capacidad de adaptación de la empresa, que logró mantenerse a flote gracias a una gestión prudente y a la fidelidad de sus clientes más cercanos.

1939-1952: Adaptación en la posguerra y cambio generacional

Durante la posguerra española, el aislamiento internacional y la política autárquica obligaron a la empresa a adaptarse a condiciones extremadamente adversas, utilizando cebada y lúpulo nacionales y limitando su producción. 

A pesar de estos obstáculos, en 1940 la segunda generación, encabezada por Ramón Rivera Illade, hijo del fundador, tomó las riendas del negocio con determinación y bajo su dirección, la empresa apostó por la modernización de las instalaciones y la ampliación de la capacidad productiva. 

Este período culminó con un hito importante: en 1952, se construyó una nueva fábrica en la avenida del Ejército, con mayor capacidad y tecnología más avanzada, lo que permitió incrementar considerablemente la producción.

1952-1968: Modernización y crecimiento

Con mejores instalaciones y procesos más eficientes, Estrella Galicia pudo aumentar su capacidad productiva y comenzar a expandir su presencia más allá de A Coruña. 

Durante este período, la empresa invirtió en nuevas técnicas de elaboración y en mejorar la calidad de sus productos, sentando las bases para su posterior expansión.

1968-1980: Consolidación empresarial y regional

La década de 1960 marcó un punto de inflexión para la empresa. España comenzaba a abrirse al exterior, e Hijos de Rivera aprovechó esta oportunidad para incorporar nuevas técnicas y equipamiento. 

En 1968, la empresa adoptó oficialmente el nombre de «Hijos de Rivera, S.A.», lo que le permitió consolidar su estructura y sentar las bases para un futuro prometedor. Durante esos años, tuvo que enfrentarse a otras marcas de cerveza que empezaban a hacer su entrada en el mercado español. 

A pesar de la competencia, su fuerte conexión con la comunidad local y la lealtad de los consumidores gallegos le ayudaron a mantener una posición destacada en su región. Con el tiempo, la cerveza Estrella Galicia se transformó en algo más que una simple bebida; se convirtió en un verdadero símbolo de la identidad regional.

Consolidación como marca gallega

José María Rivera Troncoso, nieto del fundador, entendió que el verdadero valor diferencial de Estrella Galicia residía precisamente en su origen y en los valores tradicionales gallegos: trabajo bien hecho, honestidad, perseverancia y amor por la tierra. 

Bajo esta filosofía, la marca comenzó a asociar su imagen con elementos distintivos de la cultura gallega, desde el paisaje y la gastronomía hasta las festividades y tradiciones populares.

La relación con el Camino de Santiago, uno de los símbolos más universales de Galicia, se convirtió en parte fundamental de la identidad de la marca. 

La estrella que da nombre a la cerveza encontraba así una nueva dimensión simbólica, vinculándose con la Vía Láctea que según la leyenda guiaba a los peregrinos hacia Compostela y esta conexión no era meramente estética o comercial, sino que reflejaba el compromiso genuino de la empresa con la promoción y preservación del patrimonio cultural gallego.

El uso del idioma gallego en etiquetas y campañas publicitarias, cuando aún no era común en el ámbito empresarial, reforzó este compromiso con la cultura autóctona. 

Esta estrategia de identificación con lo gallego resultó especialmente acertada en un momento histórico en que, tras el fin de la dictadura franquista, las identidades regionales comenzaban a expresarse con renovada fuerza. 

El resultado fue la construcción de un vínculo emocional extraordinariamente fuerte con los consumidores gallegos, para quienes beber Estrella Galicia se convirtió en una forma de expresar su identidad y orgullo por su tierra. 

Expansión e internacionalización

Si bien Estrella Galicia había conquistado el corazón de los gallegos, el verdadero salto cualitativo de la compañía comenzó en la década de 1990, cuando la cuarta generación de la familia Rivera, liderada por Ignacio Rivera, inició una ambiciosa estrategia de expansión nacional e internacional sin precedentes en la historia de la empresa.

El primer paso

El primer objetivo fue consolidar su presencia en el resto de España. 

Comenzaron por las comunidades con mayor presencia de emigrantes gallegos, como Madrid, Cataluña y País Vasco, aprovechando el vínculo emocional de estos consumidores con Galicia y gradualmente, fueron ampliando su distribución al resto del territorio nacional, conquistando nuevos paladares con una propuesta de valor basada en la calidad, el origen y la tradición.

Galopante ascenso

El éxito en el mercado nacional proporcionó a la empresa la solidez necesaria para dar el gran salto internacional y a partir del año 2000, Estrella Galicia comenzó a exportar a mercados como Portugal, Reino Unido, Alemania e Italia, siempre manteniendo su identidad y valores originales. 

La estrategia internacional se intensificó en la siguiente década, con la apertura de filiales propias en países como Brasil (2009), donde la presencia de descendientes de emigrantes gallegos facilitó la introducción de la marca.

Un pequeño gran hito compartido

Un hito especialmente significativo para nosotros en esta expansión fue la llegada del Grupo Maitia 5 en el 2015, que se convirtió en subdistribuidor oficial de la marca más grande en toda la isla, especialmente en la zona norte. 

Nos gusta pensar que esta alianza estratégica permitió a Estrella Galicia consolidar su presencia en un territorio con fuerte tradición turística y una importante conexión histórica con Galicia. 

Desde entonces, nuestro grupo ha trabajado incansablemente para llevar la esencia y calidad de Estrella Galicia a todos los rincones de la isla, adaptando las estrategias comerciales a las particularidades del mercado canario y contribuyendo significativamente al posicionamiento de la marca como una cerveza premium en Tenerife.

Expansión internacional

La expansión internacional de Estrella Galicia se intensificó aún más en la última década, conquistando mercados tan exigentes como China, Japón, Australia y Estados Unidos. 

En 2017, la empresa inauguró su primera fábrica fuera de España, en Sao Paulo (Brasil), marcando un antes y un después en su proceso de internacionalización y actualmente, los productos de Hijos de Rivera están presentes en más de 50 países de los cinco continentes.

Lo más destacable de este proceso de expansión es que Estrella Galicia ha conseguido crecer sin perder su esencia, es decir que, a diferencia de otras marcas, en lugar de adaptar su producto a los distintos mercados, ha apostado por mantener su autenticidad y calidad, invitando a los consumidores internacionales a descubrir y valorar la tradición cervecera gallega. 

Esta estrategia, aunque más lenta y compleja, ha permitido a la marca posicionarse en el segmento premium en los mercados internacionales, siendo reconocida por su calidad y personalidad propia.

Innovación y sostenibilidad en la actualidad

A pesar de sus más de 115 años de historia, Estrella Galicia no es una empresa que se quede atrapada en el pasado. 

Al contrario, ha logrado combinar de manera excepcional la conservación de sus valores tradicionales con un fuerte enfoque en la innovación y la sostenibilidad. Se ha adaptado a las nuevas tendencias del mercado y a las demandas de los consumidores del siglo XXI.

La gama 1906: tradición premium reinventada

Uno de los ejemplos más evidentes de la capacidad de innovación de la empresa es el lanzamiento de la gama 1906, que se presentó en 2006 para celebrar su centenario. 

Lo que comenzó como una cerveza especial de edición limitada ha evolucionado hasta convertirse en una familia completa de cervezas premium, que incluye variedades como 1906 Reserva Especial, 1906 Red Vintage, 1906 Black Coupage y 1906 Galician Irish Red Ale. 

Esta línea refleja el compromiso de la compañía con el segmento de cervezas de alta gama, elaboradas con métodos tradicionales y materias primas cuidadosamente seleccionadas, dirigidas a un público cada vez más exigente y conocedor. 

En los últimos años, Estrella Galicia ha llevado su compromiso con la innovación cervecera un paso más allá con el proyecto «Fábrica de Cervezas», un laboratorio de experimentación donde maestros cerveceros crean recetas únicas y ediciones limitadas que exploran nuevos estilos y sabores.

Revolución digital en la tradición cervecera

Hijos de Rivera ha hecho una inversión considerable en la adopción de tecnologías avanzadas en todos sus procesos, desde la producción hasta la distribución y el marketing. 

La creación de la plataforma online «La Cervecista», un espacio virtual dedicado a la cultura cervecera, así como el desarrollo de aplicaciones móviles para enriquecer la experiencia de los consumidores, son ejemplos claros de cómo la empresa ha logrado adaptarse al entorno digital sin perder su esencia.

Compromiso verde: hacia una cerveza sostenible

Pero quizás el aspecto más destacable de la Estrella Galicia actual es su firme compromiso con la sostenibilidad y el respeto al medio ambiente. 

La compañía ha implementado un ambicioso plan de sostenibilidad que incluye la reducción de la huella de carbono, la optimización del consumo de agua, el uso de energías renovables y la economía circular. 

En 2020, la empresa alcanzó un hito importante al conseguir que el 100% de la energía utilizada en sus instalaciones procediera de fuentes renovables, principalmente de origen eólico.

Este compromiso medioambiental se extiende también a la selección de proveedores locales y a la promoción de prácticas agrícolas sostenibles para el cultivo de cebada y lúpulo. 

De hecho, la empresa ha impulsado el Proyecto Cultiva, una iniciativa para fomentar el cultivo de lúpulo en Galicia, recuperando una tradición casi perdida y contribuyendo al desarrollo rural sostenible de la región.

Legado y reconocimiento de Estrella Galicia

El viaje de Estrella Galicia a lo largo de más de un siglo ha dejado una huella significativa en el competitivo mundo de la cerveza, de hecho, la marca ha recibido numerosos premios, tanto a nivel nacional como internacional, que respaldan la calidad de sus productos y su impacto en la cultura cervecera a nivel global.

Premios y reconocimientos internacionales

En el ámbito de los certámenes internacionales, las cervezas de Hijos de Rivera han obtenido prestigiosos galardones como el World Beer Challenge, los World Beer Awards y el International Beer Challenge. 

Especialmente destacables son los éxitos de la gama 1906, que ha recibido en múltiples ocasiones el reconocimiento como «Mejor Cerveza del Mundo» en su categoría. 

Estos premios no solo representan un reconocimiento a la calidad del producto, sino también a toda una filosofía empresarial basada en la excelencia y la autenticidad.

Más allá de los concursos cerveceros, la compañía ha recibido distinciones como la Medalla de Oro de la ciudad de A Coruña y el Premio a la Excelencia Empresarial de la Xunta de Galicia, entre otros reconocimientos que subrayan su papel como embajadora de los valores gallegos en el mundo.

Promoción de la cultura cervecera

La marca ha sabido también crear espacios propios para la celebración y promoción de la cultura cervecera. 

El Festival SON Estrella Galicia, creado en 2013, se ha convertido en un referente de la música independiente en España, mientras que eventos como las Jornadas de Cerveza Artesana o la Cata Maridada anual reúnen a expertos y aficionados para compartir conocimientos y experiencias en torno al mundo de la cerveza.

El Museo MEGA (Mundo Estrella Galicia), inaugurado en A Coruña en 2019, representa la culminación de este legado cultural. 

Este innovador espacio interactivo permite a los visitantes sumergirse en la historia de la marca, descubrir los secretos de la elaboración cervecera y explorar la relación entre Estrella Galicia y la sociedad gallega a lo largo de las diferentes épocas. Con más de 2.500 metros cuadrados de exposición, el MEGA se ha convertido rápidamente en un punto de referencia turístico y cultural en la ciudad.

Impacto cultural y social

El impacto de Estrella Galicia va más allá de ser solo una marca; se ha convertido en un verdadero fenómeno cultural, formando parte del imaginario colectivo tanto en Galicia como en toda España, apareciendo en la literatura, el cine y las artes visuales contemporáneas. 

Autores como Manuel Rivas han hecho referencia a ella en sus escritos, mientras que artistas visuales han utilizado sus distintivos elementos gráficos en obras que exploran la identidad gallega.

En el mundo del deporte, la empresa ha demostrado un sólido compromiso con el deporte gallego y español, apoyando a equipos como el Deportivo de La Coruña, el Celta de Vigo y el Obradoiro. A nivel internacional, ha dado un gran paso adelante al patrocinar al FC Barcelona y participar en competiciones como MotoGP, donde el piloto Marc Márquez se ha convertido en uno de los embajadores más destacados de la marca.

Un vínculo emocional con los consumidores

Pero quizás el mayor reconocimiento a la labor de Estrella Galicia no viene de instituciones o certámenes, sino del cariño y la fidelidad de millones de consumidores que, cada día, eligen esta cerveza como parte de su estilo de vida. 

Para muchos gallegos residentes fuera de su tierra, una Estrella Galicia representa un vínculo emocional con sus raíces, un pequeño sorbo de hogar que mantiene viva la conexión con sus orígenes.

La historia de Estrella Galicia es, sin miedo a equivocarnos, un ejemplo inspirador de cómo una empresa familiar puede llegar a ser un referente global sin perder de vista sus valores fundamentales. Desde aquel pequeño negocio que fundó José María Rivera Corral en 1906 hasta la moderna corporación internacional que conocemos hoy, Estrella Galicia ha logrado mantener su esencia: un firme compromiso con la calidad, un orgullo por sus raíces gallegas y una auténtica pasión por la elaboración de cerveza.

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